Varios estudios médicos demuestran que las infecciones víricas en los pacientes inmunodeprimidos, en general, se asocian a un mayor riesgo de padecer una infección más grave y a más complicaciones respiratorias.
Por otro lado, muchos de los pacientes con enfermedades autoinmunes están bajo tratamiento inmunomodulador. Disminuir la dosis de estos fármacos o suspenderlos puede provocar un brote de su enfermedad.
Los médicos que nos dedicamos al control de personas con enfermedades autoinmunes, estamos recibiendo innumerables consultas de pacientes preocupados sobre su situación y lo que les puede acontecer con relación a esta nueva infección.
En ese sentido, se están publicando los hallazgos de diferentes centros con experiencia en el manejo de estos pacientes. Estos datos parecen apuntar que no existe un mayor riesgo en los pacientes con enfermedades autoinmunes, respecto a la población general, en cuanto al riesgo de infección por COVID-19, ni en cuanto a tener una mayor susceptibilidad de padecer complicaciones derivadas de los tratamientos inmunomoduladores que siguen.
Recientemente se han publicado las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Orientación Clínica COVID-19 del American College of Reumathology para pacientes adultos con enfermedades reumáticas y autoinmunes sistémicas. Esta publicación está disponible online en el enlace que encontraréis al final del post, ya que la publicación en la revista Arthritis & Rhematology, a fecha de hoy, aún no está disponible.